domingo, 15 de abril de 2012

Lluvia


Aquella gota resbaló por mi seca piel, lenta e inconstantemente hasta llegar a mis labios, que como yo, quedaron inmovilizados. Que sensación tan dulce. Espera… ¡una gota! Demasiado tarde. En cuanto miré ese oscuro cielo mis gafas ya necesitaban de aquél parabrisas en el que siempre pienso cuando se impregnan de agua y al no poderlas secar. ¡Madre mía! Correr ya era tarea inútil. Así que me quedé parada, como si hubiera estado esperando aquella dulce lluvia.

Y yo allí, en medio de la calle desprotegida como siempre. Mientras mí alrededor parecía haber dado al botón de avance rápido yo retrocedía. Como si ellos me estuvieran robando el tiempo, avanzando el suyo y ralentizando el mío.
Ya era tan tarde para mí, siempre llegando tarde, ¡menuda novedad! No sé qué pensaría la gente de alrededor, personajes ahora inmutables para mí, al verme sonreír bajo esa cortina de dulzura a la vez que ellos corrían a un lugar seguro.
Nunca hubo lugar seguro para mí les hubiera dicho, siempre fui una chica sin rumbo ni lugar al que llegar, que siempre llegaba tarde porque su destino era el camino nunca un lugar fijo. Que se entretenía cazando mariposas que nunca llegaron a su estómago, que se tumbaba en la fría hierba después de cada tempestad a contemplar el arcoíris y a saborear el olor que aquellas frías plantas transmitían a su piel. Algo que solo tenía sentido para mí. Dulzura.

Ahora todos aquellos edificios habían desaparecido, todos los ruidos de la calle, de los coches, de la gente…solo quedaban mis recuerdos. La mariposa lila que vi de pequeña y siempre soñé ser, los bosques encantados que siempre quise conocer y el olor de la lluvia. Nostalgia.
Abrí los ojos y había parado de llover, pero no dejé de sonreír. Por fin mi cuerpo empezó a coordinarse al ritmo del tiempo. Sabía perfectamente a dónde me tenía que dirigir. 


Un abrazo.

lunes, 9 de abril de 2012

Bosques encantados


Lunes Tarde. En un lugar peculiar.
Todavía fiesta, al menos por estos lares, mi último día. Y que mejor lugar que estar en una masía en medio de… ¡sí! ¡Un bosque!
Rodeada de infinitas plantas y árboles, ¡estoy en medio de un precioso bosque! No es el bosque metafórico de mis sueños pero lo disfruto igual.
Tumbada, escribiendo estas líneas que luego pasaré a ordenador, me he perdido en medio de esta oscuridad de sombras y he estado reflexionando sobre como hemos sustituido el placer del aire puro y increíbles vistas por vidas monótonas, superficiales y seguras. EH! Y yo la primera.
Pero aún quedan días en los que podemos escapar. Yo, desde luego, no cambiaría este instante por nada. Aunque mis “amigas” las abejas/avispas me miraran mal desde la lejanía, no os atrevéis a acercaros eh eh? Cobardes… (En realidad casi que mejor).

Adoro esta oscuridad, entre las sombras de los árboles y lo nublado de las nubes – valga la redundancia – porque al tumbarse en estas húmedas hiervas y observando ese oscuro cielo las demás gilipoyeces dejan de importar. Esto me está quedando ñoño de la hostia, lo sé.

Pero es que mañana volveré a aquello que llaman realidad, y ahora, mientras pueda, seguiré aquí aclarando lo que es, mi nublada mente.
Aquí da gusto estudiar y todo!
Oh que ñoñerías me entran al hablar de oscuros bosques, ¡que gran debilidad!
Espero no dormirme y que alguien me encuentre tan lejos de las masías, que luego me dan por muerta 8-D

p.d: hoy es el día de la mona en Catalunya, así que me he hinchado de chocolate y encima la mona era Bob esponja e_é que  le he dado a mi prima pequeña, una gran admiradora, ¡será una gran mujer!

Un abrazo de oso para que solitario que lea esto. *insertar rueda rodando aquí, o sonido de grillo en su defecto*

domingo, 8 de abril de 2012

Reflexiones domingueras


Domingo Tarde. Segundo día de mi solitario blog.

Llevo una semana encerrada en casa. Justo desde que cumplí los 21 y pasé uno de los mejores fines de semana de mi vida. Quizá porqué no salió como planeaba, y la improvisación es la mejor manera de disfrutar el momento.
20 idiotas en un parque a las tantas de la noche bailando y jugando como críos, como aún somos. Y no, el alcohol no tuvo nada que ver, simplemente somos niños perdidos buscando un lugar donde pertenecer. Como todos, supongo.

Y desde mis 21 que llevo aquí. Estudiando, viendo llover y reflexionando sobre como al mundo le importa una mierda todo esto.
Hoy, por fin ha salido el sol. Un sol de esos que a la mayoría les saca una sonrisa y los empujan hacía la calle.
Yo, como solitaria y friolera que soy, me quedo en casa, que tengo frío. Aunque al final no me haya resistido a subir a mi terraza (con chaqueta en mano) a despejar mi nublada mente escribiendo estas extensas líneas sin sentido.
Y si, se pueden tener miles de amigos, incluso grandes amigos, y seguir siendo la chica solitaria que siempre fuiste. Porque nunca deber perder lo que eres.

Sabéis…cuando al mundo le da igual quién eres, eres tu quien eliges que será el mundo para ti. Si vale la pena luchar por lo que quieres o simplemente pararte a observar como es un mundo sin ti.
Si a nadie le importa quién eres ¿Quién vas a ser? Aquél que todos esperan que seas, aquél que quieres ser, aquél que tus circunstancias hacen que seas o… ¿vas a ser tu mismo? ¿Vas a tener la valentía de levantarte un día y preguntarte la pregunta más importarte?
¿Quién eres?

Un abrazo de oso para quién lo lea.
Atentamente: una Elfa perdida.